Escuela de Cuidados
Creemos en el poder del cuidado como motor de transformación social y trabajamos para construir una comunidad más solidaria y comprometida con quienes más lo necesitan
Titulaciones de formación profesional oficiales.
Permiten acceder al mercado laboral con una formación completa y especializada, cubriendo los conocimientos necesarios para manejar diversas situaciones con personas dependientes.
Orientados a trabajadores/as en activo, tiene como objetivo la mejora de sus competencias profesionales mediante acciones formativas específicas en diversos ámbitos.
Seminarios, Webinars y especializaciones
Programaciones de acciones dirigidas a cualquier persona, sea profesional o cuidador/a particular y encaminadas a perfeccionar y actualizar conocimientos sobre necesidades actuales de las personas en situación de dependencia.
Formación dirigida a la mejora de la calidad de vida y el bienestar de las personas
La atención sociosanitaria está dirigida a personas en situación de vulnerabilidad, quienes requieren asistencia tanto en el ámbito de la salud como en el social, debido a problemas de salud crónicos, discapacidades, dependencia funcional, edad avanzada u otras circunstancias que requieren apoyo especializado.
El objetivo principal es mejorar la calidad de vida y el bienestar de estas personas mediante la provisión de servicios (terapéuticos, emocionales, psicológicos y sociales), adaptados a sus necesidades individuales.
Desde FAASE, entendemos que, además de existir una gran demanda de profesionales para cubrir las necesidades crecientes de la sociedad, es necesario también poner a disposición de los/las profesionales herramientas que posibiliten un progreso en sus competencias y destrezas.
Los programas formativos, especializaciones y seminarios de actualización que desarrollamos están orientados tanto a profesionales en activo o personas que quieran desarrollar su actividad laboral en el ámbito sociosanitario, como para cuidadores particulares que requieran mejorar técnicas o competencias relacionadas con la actividad que realizan.
Certificados Profesionales
La atención sociosanitaria está dirigida a personas en situación de vulnerabilidad, quienes requieren asistencia tanto en el ámbito de la salud como en el social, debido a problemas de salud crónicos, discapacidades, dependencia funcional, edad avanzada u otras circunstancias que requieren apoyo especializado.
CERTIFICADO PROFESIONAL OFICIAL N. 2
FORMACIÓN 100% SUBVENCIONADA
CERTIFICADO PROFESIONAL OFICIAL N. 2
FORMACIÓN 100% SUBVENCIONADA

Intervención socio-educativa en menores dependientes
Apoyar a menores dependientes mediante estrategias socioeducativas que favorezcan su desarrollo y bienestar.

Mejorando vidas. Cuidados a personas con deterioro cognitivo
El cuidado de personas con deterioro cognitivo, ofreciendo estrategias para mejorar su bienestar y calidad de vida.

Atención y cuidado en situaciones de duelo
Curso centrado en ofrecer herramientas para comprender y acompañar procesos de duelo desde una perspectiva emocional, psicológica y social. Incluye estrategias de apoyo y cuidados en situaciones de pérdida, combinando teoría y práctica para una intervención empática y efectiva.
Agenda
Artículos y noticias
COCEMFE Cantabria y la Escuela de Cuidados de FAASE firman un convenio de colaboración para promover la inclusión y el bienestar de las personas con discapacidad
Jornada de Formación en Higiene sin Agua con TENA: Innovación en el Cuidado de Personas con Movilidad Reducida
Preguntas Frecuentes
Un cuidador no profesional es una persona que, sin ser un profesional sanitario o social, proporciona apoyo y cuidados a un familiar o ser querido que necesita asistencia debido a una enfermedad, discapacidad, envejecimiento o cualquier otra condición de dependencia.
Las tareas pueden incluir la ayuda en actividades diarias como el aseo personal, la administración de medicamentos, la asistencia en la movilidad, la preparación de alimentos, el acompañamiento a citas médicas, y el mantenimiento de la seguridad en el hogar. Es importante que el cuidador también se encargue de brindar apoyo emocional y social al afectado.
Es fundamental estructurar las tareas diarias y asignar tiempos específicos para cada actividad. Utiliza calendarios o aplicaciones de gestión para hacer un seguimiento de las citas médicas, la toma de medicamentos, y las rutinas. También es recomendable establecer una red de apoyo, como familiares, amigos o profesionales que puedan ayudar cuando sea necesario.
Aunque no se necesita una formación formal, es útil recibir capacitación sobre cuidados básicos, primeros auxilios, manejo de medicamentos, ergonomía y prevención de caídas, y la comunicación efectiva con personas con condiciones de dependencia. Existen cursos y talleres específicos para cuidadores no profesionales que puedes buscar en tu área.
El cuidado de la persona dependiente puede ser exigente. Asegúrate de tomarte tiempo para ti mismo/a, descansar, y buscar apoyo emocional si es necesario. Habla con otros cuidadores, únete a grupos de apoyo, y pide ayuda cuando lo necesites. También es importante practicar ejercicios físicos adecuados y seguir una dieta saludable.
En caso de emergencia, lo primero es mantener la calma y contactar inmediatamente con los servicios de emergencia (112). Mientras esperas ayuda, sigue las instrucciones que te den los profesionales y trata de proporcionar la información más precisa posible sobre la situación de la persona dependiente.
Sí, existen varias ayudas económicas y recursos para los cuidadores no profesionales, como subsidios, jornadas de formación gratuitas, y servicios de respiro. Es recomendable consultar con servicios sociales locales para obtener más información sobre los recursos disponibles en tu área.
Es importante llevar un registro de todos los medicamentos que toma la persona, sus dosis y horarios. Utiliza un organizador de pastillas o alarma para asegurarte de que no se olvida ninguna toma. Si tienes dudas sobre la medicación, consulta siempre con un profesional de la salud.
Si sientes que la carga es demasiado grande, no dudes en pedir ayuda. Puedes contactar con servicios de atención a domicilio, buscar el apoyo de otros familiares o amigos, o incluso considerar opciones como el ingreso temporal en una residencia o centro de día para aliviar la responsabilidad.
Asegúrate de que la persona dependiente mantenga una rutina diaria, que realice actividades físicas o mentales según sus capacidades, y que tenga oportunidades de socializar y participar en actividades recreativas. La estimulación cognitiva, el apoyo emocional y una dieta equilibrada son clave para su bienestar.
Las caídas son una preocupación común para personas dependientes. Para prevenirlas, asegúrate de que la persona viva en un entorno seguro, libre de obstáculos. Coloca pasamanos en lugares clave como el baño y las escaleras, utiliza alfombras antideslizantes y asegura que la iluminación en la casa sea adecuada. También es útil fomentar ejercicios de movilidad y equilibrio bajo supervisión profesional.
Es importante mantener la calma y evitar responder con agresividad. Trata de hablar con tono calmado y tranquilo. Si la persona tiene un trastorno cognitivo como la demencia, es posible que no pueda controlar sus emociones. Si el episodio persiste, consulta a un profesional de la salud para obtener estrategias y posibles intervenciones. Además, mantener una rutina estable puede ayudar a reducir estos episodios.
La incontinencia es una preocupación común entre personas dependientes. Es fundamental asegurarse de que la persona tenga acceso a productos adecuados como pañales o absorbentes, y de realizar cambios frecuentes para evitar infecciones o irritaciones. Además, consultar a un profesional de la salud sobre posibles tratamientos o estrategias, como ejercicios para la vejiga o medicamentos, puede ser útil
Los ejercicios físicos son esenciales para mantener la movilidad y la independencia. Trata de hacer los ejercicios divertidos y adecuados a sus capacidades. Puedes incluir actividades como caminar, estiramientos suaves, o juegos que impliquen movimiento. Es importante que los ejercicios se realicen con regularidad, pero siempre con precaución y bajo la recomendación de un fisioterapeuta o médico.
Asegúrate de que las áreas más transitadas, como el baño y la cocina, estén adaptadas para facilitar el movimiento. Considera instalar una silla de ducha, un inodoro elevado, o una silla de ruedas si es necesario. Además, mantén pasillos y habitaciones libres de obstáculos y usa muebles con altura adecuada para facilitar el uso. Si es posible, contacta a un experto en accesibilidad para que te ayude a realizar modificaciones seguras en el hogar.
Esto puede ser un desafío, especialmente si la persona tiene problemas de autoestima o siente que está perdiendo su independencia. Trata de involucrarla en la toma de decisiones sobre su cuidado y respeta sus deseos dentro de lo posible. Escucha sus preocupaciones y hazle saber que tu intención es mejorar su bienestar. A veces, puede ser útil el apoyo de un profesional que pueda mediar en la conversación.
El agotamiento es una preocupación común. Asegúrate de tomarte descansos regulares, incluso si son cortos. Pide ayuda a otros familiares, amigos o servicios profesionales cuando sea posible. También es útil practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el ejercicio para reducir el estrés. No dudes en buscar ayuda profesional si te sientes abrumado/a.
La higiene es esencial para la salud y el bienestar de la persona dependiente. Para facilitarla, establece una rutina de baño o higiene diaria, adaptada a las capacidades físicas de la persona. Si la persona tiene dificultades de movilidad, considera el uso de ayudas técnicas como sillas de baño o duchas accesibles. También, la ayuda de un profesional, como un fisioterapeuta o enfermero, puede ser útil para enseñarte las mejores prácticas.
Si la persona tiene problemas para comer o tragar, consulta a un médico para determinar la causa y las mejores soluciones. En algunos casos, se puede recomendar una dieta modificada, como alimentos más blandos o triturados, o el uso de técnicas de deglución específicas. También, es importante asegurarse de que la persona esté bien hidratada y evitar que los alimentos se atraganten, vigilando la velocidad de la ingesta.
Sí, los cuidadores no profesionales a menudo enfrentan una gran carga emocional. Existen grupos de apoyo para cuidadores, tanto presenciales como virtuales, que ofrecen un espacio para compartir experiencias y consejos. Además, muchos servicios sociales ofrecen terapia individual o sesiones de apoyo psicológico para cuidadores, lo que puede ayudarte a manejar las emociones y el estrés relacionados con el cuidado.



